La astrología asiría o caldea, que es la de uso común en el mundo occidental, está basada en un zodíaco de doce signos astrológicos basados en los ciclos solares y divididos en cuatro diferentes grupos que se corresponden con los cuatro elementos básicos de la alquimia medieval y antigua: Fuego, Tierra, Aire y Agua. Cada uno de estos grupos contiene tres signos solares, que están influenciados por sus elementos de manera particular. Según las diferentes características de personalidad, algunos se atraerán y corresponderán entre sí más que otros, dadas las características del signo en particular.

Signos de Fuego: Aries, Leo, Sagitario

Signos de Tierra: Tauro, Virgo, Capricornio

Signos de Aire: Géminis, Libra, Acuario

Signos de Agua: Cáncer, Escorpión, Piscis

La astrología basa sus predicciones en las posiciones aparentes de los cuerpos del sistema solar, usando las estrellas únicamente como puntos de referencia y tomando a la Tierra como punto central.

 

Observados desde la Tierra los planetas y la Luna se mueven aparentemente en el mismo plano y confinados a una determinada región del firmamento, formando una cinta conocida como el zodíaco que se divide en 12 partes o signos iguales y que toman su nombre de las constelaciones.